ienvenido a la web de cotas de malla; tanto si la buscabas como si has tropezado con ella, espero que te guste.

 

Mi nombre es Julio y mi afición es engarzar anillos de metal para formar cotas de malla.

En esta web puedes ver algunos de mis trabajos y aprender las técnicas necesarias para hacer todo tipo de mallas.

No hace falta ninguna destreza especial ni fuerza extraordinaria (de hecho, mi hijo de 12 años corta anillos y es capaz de hacer "cosas"). lo único imprescindible es paciencia, pues el resultado final de tu trabajo tardas un tiempo en verlo.

Si haces una cota larga tardarás un par de meses, pero te aseguro que merece la pena. Si empiezas con algo más simple, en dos o tres semanas lo tendrás hecho.

Es extraño que todavía hoy exista gente i nteresada en las cotas de malla.

Esa protección metálica y flexible utilizada por celtas, romanos, templarios e incluso por combatientes de la primera guerra mundial.

Yo soy una de esas personas, hace años vi trabajar a un artesano en una

feria medieval y quedé maravillado del resultado de su trabajo. Desde entonces he

intentado aprender esas técnicas. Y "culebreando " por Internet  y traduciendo a lo hispano lo que parecía interesante. Me encantan las cotas de malla, hacerlas, vestirlas, verlas, y también enseñar a fabricarlas.

 
 

Una malla no es más que anillos metálicos conectados entre sí, formando un tejido flexible y compacto.

 

Se  hacía con anillos remachados, es decir, los anillos abiertos se cerraban con un remache, uniendo otros anillos. Se tienen datos de su uso desde el 400 A.C., y se siguieron fabricando en Europa hasta finales del siglo XVII.

Durante muchos siglos fue la protección metálica más utilizada y los motivos son claros: era muy cómoda por su flexibilidad, su peso no era excesivo y ofrecía una espléndida protección contra armas cortantes y armas arrojadizas sin gran potencia.

Malla remachada

 

  Una flecha o saeta disparada de cerca abriría los anillos, pero habitualmente los arcos lanzaban la flecha unos 100 ó 200 metros y por elevación, de forma que cuando se producía el impacto, la fuerza era escasa y la cota detenía la flecha con facilidad.
 

Por supuesto, ante un impacto fuerte con un hacha o una maza, la cota poco ayudaba. Te rompía los huesos con cota o sin ella.

¿Cómo protegían las mallas?
- Un primer mecanismo de barrera.

- Los anillos al recibir el impacto, se van expandiendo y atenúan la fuerza del golpe.

- Bajo la malla se llevaba una ropa acolchada para proteger del roce metálico de los anillos y para amortiguar los golpes. Era casi tan eficaz
como la propia cota.

Ante el aumento de la eficacia de los arcos y sobre todo las ballestas, sevió más eficaz cubrir zonas del cuerpo con placas metálicas que protegían mucho más aunque a costa de mayor peso y menor flexibilidad. La placa metálica repelía el impacto mientras que la malla no.

 

Los artesanos hacían las mallas cortando finas tiras de una plancha de hierro y la trabajaban a base de calentarla, golpearla,... hasta conseguir el calibre adecuado. También podían fabricar el alambre haciendo pasar estas tiras por agujeros cada vez más pequeños a la vez que iban calentando el metal.
Cuando tenían el calibre que necesitaban, lo enrollaban haciendo muelles que luego cortaban para formar los anillos. El anillo lo cortaban de forma que uno de
los extremos sobrepase un poco al otro y en esta parte sobreextendida hacían un taladro y colocaban un remache para cerrar el anillo.

Haciendo alambre
Engarzando anillos
 

Una  cota podía tener 15, 20 ó 30.000 eslabones, así que podemos imaginarnos el esfuerzo que suponía hacerla. Un buen artesano tardaba unos seis meses en terminarla, pero hay que tener en cuenta que tenía que hacer el alambre, los anillos, perforarlos, remacharlos y unir los anillos, auque generalmente trabajaban en equipo.

 

El maestro probablemente unía los anillos y los aprendices preparaban los alambres y hacían los anillos. Tambíén era frecuente, sobre todo antes del siglo XIV, utilizar anillos remachados y anillos sólidos, de esta forma el trabajo se reducía mucho ya que sólo tenían que remachar la mitad de los anillos. Estos anillos sólidos los conseguían de dos maneras posibles:


- Soldando los extremos de un anillo abierto.


- Cortando anillos de una plancha de metall.

 

En realidad los anillos de cada época tienen sus características propias por
lo que pueden distinguirse las lorigas romanas, las medievales del oeste o del este. Cada época tenía una forma particular de hacer las cotas de malla. Por ejemplo, los romanos siempre utilizaban anillos sólidos que conseguían de planchas de hierro mediante troquel. El remache solía ser redondo y frecuentemente de diámetros mínimos, incluso alguno de 3 mm.

Nosotros haremos nuestra malla con un método más sencillo pero eficaz: el
anillo trabado o enfrentado por sus dos extremos. Si el alambre tiene un grosor suficiente, no se abrirá a menos que sufra una presión tremenda (que más nos vale evitar porque nosotros estaremos dentro)
.

 

Malla 4 x  1
 

Sobre las cotas de malla hay varias ideas extendidas y erróneas que más vale aclarar desde ya:

 

-1º Son muy pesadas y difíciles de llevar: realmente son pesadas pero no tanto. El peso depende de tres factores:

-  Grosor del alambre.

-  Diámetro interior del anillo que hagamos.

-  Tamaño de la pieza.

Si están bien hechas, el peso queda equilibrado y recae sobre los hombros, se reparte bien por todo el cuerpo y no "agobian" demasiado.

 

- Pinchan y arañan: si se hace con cuidado y sin prisas, los bordes quedarán perfectamente enfrentados, y podremos pasar los dedos sin notar nada.

 

- Se tarda años en hacer una: depende del tiempo que le dediques. Al principio irás muy lento pero cogerás velocidad en poco tiempo. Cuando domines la técnica, irás más o menos colocando unos 200 ó 250 anillos por hora. Si haces una cota con 20.000 anillos necesitarás unas cien horas de trabajo, pero ten en cuenta que cometerás errores y tendrás que deshacer, así que es más realista calcular unas ciento cincuenta o doscientas horas. Aquí lo que se valora es la constancia, dedicarle una o dos horas de vez en cuando a tus hierros.

 

- Será muy caro: lo único caro es tu tiempo y el alicate cortador que debe ser de buena calidad. Lo demás es barato. Todo te puede salir por unos

cincuenta o sesenta euros. Nos dedicaremos en principio al modelo más sencillo y extendido de todos, la malla europea 4x1, en el que cada anillo está conectado a otros cuatro.

Hay otros tipos de tejido de malla
  -  6x1: cada anillo se conecta con otros seis.
  8x1: cada anillo se conecta con otros ocho.
 

- Malla de rey: es como el 4x1 pero poniendo anillos dobles. Lógicamente protege más pero también pesa el doble. Realmente sólo he visto algúna loriga de 6 x 1, exactamente dos y de las otras ninguna. Supongo que no se harían en realidad ya que el peso sería tremendo y sería más eficaz placas metálicas.

 

Uno distinto es el de eslabones entrecruzados o "ring-chain", en el que se usan anillos generalmente de distintos calibres. Se diferencia de nuestra malla habitual en que los eslabones no se cierran, sino que es una malla siempre abierta. Este tipo también es más ligero. Se parece a otro  tipo llamado malla japonesa, que tampoco se cierra y es más ornamental que armadura de protección.

 
 
Ring-chain  con anillos de 8 y 6
 

Mas adelante si hay gente que tenga interés, ampliaré la página e incluiré los demás tipos de malla, particularmente la malla remachada. Este es un proceso mucho más lento, asombrosamente lento pero que tiene la ventaja de que la cota será real, como eran hace dos mil años y además los anillos nunca se abrirán, protegerán mucho más y el peso será mucho menor ya que los anillos al estar cerrados pueden ser de menor peso. Pero exige un aprendizaje de meses y al menos tardas seis u ocho veces más que con la malla enfrentada.

Pido disculpas a los aficionados a las mallas por lo elemental de las explicaciones, pero pretendo iniciar a gente sin ningún conocimiento del tema.

 
¿Listos?
 
Adelante. Sólo necesitas paciencia y mucho alambre....